Ojalá el sur, el recuerdo más breve de tus mieles. Mi ventana es un ejercicio de papel, dioses incansables, y por pasillo, hombro estelar, la frase, la vela por tambor, que así aprendes el paso. Que venías a poblar la sílaba, dices, que la marea y los bosques no son suficientes, que por rima sólo te valdrá el horizonte, timonear desde dentro los desastres.