La pianista Noelia Rodiles se hace cargo de tres hermosísimas Sonatas. La nº 21, Waldstein, conocida asimismo como La Aurora, se sitúa en un punto de inflexión dentro de la obra beethoveniana, en paralelo con la Sinfonía Heroica. Es ciclópea, aparece poblada de características turbulencias y se cierra con un olímpico Prestissimo. La nº 28, muy alemana de concepción, abre la puerta al tercer periodo creador. La nº 31 es, en cambio, íntima y luminosa, coronada por un jubiloso crescendo. Carles Guinovart, profundo conocedor del piano, es el compositor comisionado. Ligeti aporta sus Estudios 2 y 8.