Los fotógrafos del siglo XIX comenzaron pintando o tiñendo las imágenes en blanco y negro para satisfacer a sus clientes y aumentar la similitud de la fotografía con el modelo pictórico que exigía el gusto de la época. Y así continuaron hasta la primera década del siglo XX en que aparecieron los primeros procesos industriales de color. Uno de ellos fue el Autochrome, de los hermanos Auguste y Louis Lumière.
En esta muestra ofrecemos la reproducción de algunos de los mejores ejemplares de las colecciones de la Filmoteca, con una selección de espléndidos retratos de mujer pertenecientes a los archivos de los fotógrafos salmantinos Venancio Gombáu (Ayuntamiento de Salamanca), Carmen Gombáu (Familia Arenaz-Gombáu), Luis González de la Huebra (Familia González de la Huebra) y José Núñez Larraz (Familia Núñez San Francisco).