Inglaterra, 1899. Un científico construye un vehículo que le permite viajar a través del tiempo. Con él emprende un alucinante viaje a través de los siglos y es testigo, entre otros acontecimientos, de la Segunda Guerra Mundial y de un holocausto atómico en 1966, del que sale ileso. Su último destino es un paradisíaco lugar del futuro, cuyas gentes viven en el año 802.701, donde le tocará vivir una increíble aventura.
Producida y dirigida por un amante de la literatura de H.G.Wells, esta película es todo un clásico de la ciencia-ficción. A pesar de los pocos medios técnicos y económicos con los que se contaba en la época, el director consigue crear un magnífico relato manteniendo la emoción y el espíritu de la novela. El ritmo es excelente y la magia que pretende transmitir se mantiene desde que empieza hasta que acaba la cinta.