La obra representa la historia de Nemorino que está enamorado de Adina, sin embargo, no es correspondido. Todo cambiará cuando llega a su pueblo Dulcamara, un embaucador que vende un elixir de amor (un vino corriente). Nemorino se emborracha y, en efecto, Adina se vuelve loca por él.
Es sorprendente como esta ópera, de considerable sencillez, triunfara de forma tan contundente, la inspiración melódica es impactante, todo es bonito, romántico y con humor, cuyo peso de la obra la llevan las voces. El tenor tiene que interpretar la famosa aria "Una Furtiva Lágrima", para la que se requiere tener un excelente fraseo y una magnífica media voz.