Drama dividido en dos partes, en la primera explora la mente de dos sociópatas, Judd Steiner y Arthur Straus, amigos pertenecientes a dos acomodadas familias que creen tener una mente superior al resto y que, para demostrarlo, asesinan a un chico; en la segunda parte del largometraje, la dedicada al juicio por asesinato, el protagonismo cae en Orson Welles, que da vida a Jonathan Wilk, uno de los abogados más carismáticos de la historia del cine, un ferviente luchador contra la pena de muerte.
Orson Welles, Dean Stockwell y Bradford Dillman ganaron el Premio al Mejor Actor en el Festival de Cannes de 1958.