El blanco intermitente en la Tierra es responsable actor de su propia historia. Hielo, tectónica, océano y atmósfera, añadiéndose una biosfera en progresiva complejidad, interaccionan de forma cómplice para modelarla. Las primeras heladas del Proterozoico inauguran la presencia discontinua del hielo en nuestro planeta hace 2400 millones de años. Millones de años después, cuando ya una extensa biosfera de procariotas habita el gran océano de la Panthalassa, nuevos hielos se desarrollan. Entra, entonces, la Tierra en un periodo conocido como el Criogénico (ca. 750 ¿ 635 Ma), donde no habrá glaciaciones efímeras, sino una extensa glaciación ¿la gran snow ball¿ que durará más de lo que podamos imaginar, ni más ni menos que 300 millones de años de grandiosas nevadas que esculpen paisajes y transforman el antiguo continente de Rodinia.