La música y la danza son una suerte de lenguaje universal,una forma de expresar y transmitir emociones y sentimientos. Y el flamenco es en Andalucía su expresión más significativa, su raíz más profunda. Una manifestación cultural de todo un pueblo, nacida desde sus propias raíces y alimentada por su intrínseca y única historia. El flamenco participa de esta algarabía interna, provocada por las vivencias que se van atesorando y que nos forjan como individuos de una única especie. Por eso emociona, por eso despierta emociones: porque a nadie le es ajena la sentimentalidad. Toca las entrañas de quien se acerca, conmueve y emociona de una manera directa, sin estridencias. No las necesita. Es natural.